"Para mí, la adultez y la infancia tienen una sola diferencia que hace llamativa a la adultez, y es que en ella nos hacemos responsables de lo que realizamos y decimos; el “poder” está enteramente en nosotros." - Del libro "Más Allá de la Crianza".
Me enseñaron que ser adulto era sinónimo de libertad; sin embargo, ver a los adultos es desalentador con mucha frecuencia. Es casi extraordinario ver adultos libres, plenos y felices. Generalmente, estamos agotados y desilusionados.
La adultez nos da poder. Lo que nos sucede es que terminamos entregándolo a los demás. Creemos que son ellos quienes nos hacen sentir de cierta manera, que los demás son responsables de lo que nos sucede, y que la vida se nos escapa de las manos porque debemos ser de determinada forma. Cuando finalmente tenemos el coraje y la valentía que requiere la adultez, entonces podemos elegir, correr riesgos y hacernos cargo. Sabemos con claridad que nadie tiene el poder de hacernos sentir de ninguna manera más que nosotros mismos.
Reconocer las fantasías que imaginamos versus lo que realmente nos sucede es un logro que se alcanza siendo adultos. Esto se aplica tanto a la vida personal como a la profesional. Requiere una mirada atenta y sincera a nuestras acciones para que podamos darnos cuenta de la vida que estamos viviendo y asumirla adecuadamente.
Es importante cuestionar lo que imaginamos, mirarnos con honestidad y empatía, reconocer lo que realmente nos mueve, más allá de las obviedades y las características de lo que acontece. Debemos profundizar y descubrir qué está estimulando las emociones que nos incomodan, enfrentarlas para que podamos tener el poder de transformar la situación en lugar de entregárselo a las circunstancias, que a menudo se prestan a múltiples interpretaciones.
La verdad se encuentra detrás de la emoción, y esa verdad nos dará el poder de transformar. Aparece cuando nos preguntamos: ¿Por qué siento esto? ¿Qué hay detrás de esta incomodidad? ¿Cuál es mi miedo oculto? ¿Qué imagen de mí se manifiesta en esta situación? ¿Qué estoy rechazando? Responder con honestidad nos permite elegir cómo manejarlo, y deja de tratarse de los demás para centrarse exclusivamente en nosotros mismos. Es en ese punto donde radica el poder.
Las interpretaciones solo abren debates que benefician al ego si "está ganando".
Ser adulto no debería ser tan difícil como lo han pintado tantas generaciones. Ser adulto es poderoso y requiere consciencia. Si lo hacemos bien, seremos tan libres como lo soñábamos cuando éramos niños.
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