Ampliar la mirada, tener perspectiva, hacerme cargo, son mi bastón.
Cuando mi papá se murió sentí que había corrido una maratón y jamás había entrenado, sentí que me morí un poco, tuve un duelo largo y doloroso, todavía después de casi siete años, se me aguan los ojos de vez en cuando y lo extraño siempre. Pero con su muerte vino un regalo, el más bello, un viaje profundo a mi misma, que me ha hecho muchas invitaciones a mirarme, indagarme, conocerme, atravesarme, aceptarme, amarme. En ese camino he tenido mentores, guías, tutores, aliados, acompañantes, maestros, amigos, enemigos (grandes maestros) y una certeza de que a este mundo venimos a ser felices
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Llega la pandemia, el miedo a la muerte, en mi caso a la muerte de quienes amo. El miedo en general, a perder el empleo, a quebrarnos en nuestros emprendimientos; a no poder sostener la vida que llevamos, los colegios caros o costosos que pagamos, a dejar de ser quienes creemos que somos. Nos significa entonces un gran esfuerzo sostener esa idea que tenemos de nosotros mismos, nos damos cuenta que es una imagen casi insostenible.
¿qué maravillosas oportunidades habrán ahí, entre el miedo y el presente? , ¿Será que eso de ser libres en la adultez si existe?, ¿será que ampliar la mirada no es una postura optimista de la vida sino justamente la posibilidad de estar alegre aún en medio del caos? , ¿aceptar el caos me hace más feliz?
Yo estoy con la mirada amplia, con el corazón vibrante, con la certeza de estar en el lugar donde debo estar, con la oportunidad de cumplir ese sueño que he pospuesto una y otra vez. Estoy con el miedo de la mano, atravesando esto que a veces me quita el sueño en las noches y no me deja dormir, estoy haciéndome cargo de mi vida con todo lo que eso significa , estoy en medio del caos y con perspectiva.
Estoy también disfrutando mucho este tiempo en casa con mis hijos y mi marido. Disfruto mis mañanas tranquilas, la posibilidad de hacer ejercicio sin afán, las conversaciones clandestinas que han surgido y la disposición que tengo para sostenerlas. Disfruto mis ideas, creaciones, mi fuerza, mi temperamento que tantas veces he deseado cambiar. Lo acepto todo, bienvenida vida.
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